El encantador perro, en fotografía del sitio Maltrato Animal, publicada en "El Mostrador".
El caso de Chili Dog se erigió como otra de las historias más felices de perros quiltros chilenos, en este caso correspondiente a un can callejero de pelo marrón y hermosos ojos claros, que se hizo distinguido por ser adoptado y llevado al extranjero en una onerosa y compleja gestión de su actual dueña.
Antes de tener nombre, Chili Dog era un encantador perro que deambulaba por diferentes sectores turísticos de Valparaíso. Por aquellos lares del puerto, se hacía el simpático frente a turistas y marineros para que le dieran algo de comer o, al menos, para que lo adularan con caricias, aunque a veces no era tan receptivo con los extraños.
Un buen día de aquellos, el 20 de febrero de 2013, la ciudadana estadounidense Kaylan Marie O’Connor, de 25 años y directora de un local de Starbucks, estaba de visita en el país y posaba para una fotografía con sus acompañantes en el borde del puerto por el Muelle Prat, justo cuando el perro llegó a echarse a sus pies aquel peludo perro color chocolate. Luego, el mismo can la acompañó por su viaje en la ciudad, como si hubiese hecho alguna clase de conexión especial con la turista. Ella, en tanto, quedó hechizada con el bello animal, aunque llegó el momento en que debió regresar a su crucero y marcharse de vuelta a su ciudad de Seattle, pensando que no veía más a perro.
Sin embargo, sucedió que Kaylan nunca pudo olvidar al can, e inició gestiones para ubicarlo poco tiempos después, a través de organizaciones animalistas de Valparaíso. Ella lo llamó Chilo Dog, por cierto, nombre que le dio aludiendo con el gentilicio chileno a la receta y variedad de hot dogs picantes. Por esta razón, gracias a los miembros del Equipo de Defensa y Rescate Animal (EDRA), el perro pudo ser hallado tras un mes de búsqueda y reconocido tanto por la fotografía en el muelle como por una característica mancha blanca en la pata trasera izquierda. "Las Últimas Noticias" del jueves 28 de marzo de ese año, informaba sobre las gestiones de los animalistas para dar con el perro, bajo el título "Turista de Seattle se llevará a quiltro que encontró en Valparaíso":
Fueron varias jornadas, de madrugada incluso, hasta que el lunes Chili Dog apareció. Una mujer que tiene un local en una feria artesanal del Cerro Bellavista lo encontró y lo amarró con un cordel.
Luego, le enviaron unas fotos a Kaylan y sí, tiene la famosa mancha blanca. "Es definitivamente él. Recibimos una foto en la que aparece en una clínica veterinaria y se ve tan feliz", dice la mujer, casa con un oficial de la policía del estado de Washington, que también está entusiasmado con la idea de tener un huésped.
El perro estará en cuarentena, al cuidado de una persona en Santiago.
(...) "Ya tenemos dos perros y tenemos la esperanza de que él pueda convivir con ellos", dice Kaylan.
La fotografía del verano austral de 2013, en que Chili Dog se echó a los pies de Kaylan. Fuente imagen: sitio Life With Dogs (lifewithdogs.tv).
Chili Dog con su nueva dueña, en 2013. Fuente imagen: Facebook de Kaylan, publicada en sitio Noticieros Televisa.
De esta forma, "El Mercurio de Valparaíso" de ese mismo día, bajo nota titulada "Grupo animalista prepara traslado de perro porteño a EE.UU.", en la que fue entrevistado Alexis Castillo, director de la red de rescate:
Ahora "Chili dog" está en la Región Metropolitana y Castillo explicó que "hay que tenerlo en cuarentena, vacunarlo, ponerle las antirrábicas y vacunas correspondientes". También agregó que "hay que desparasitarlo interna y externamente, luego un veterinario tiene que extender un certificado señalando que está sano y que el animal posee todas las vacucas.
El director de EDRA señaló que además hay que dirigirse al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) para poder enviar a esta mascota al extranjero, estimando que el can podría emprender viaje a Seattle en un mes más "aunque todo depende de los trámites que se realicen", aseguró.
Su adoptadora había enviado el dinero necesario para recuperar a Chili Dog y trasladarlo a los Estados Unidos en mayo de 2013, engorrosa gestión que costó a la interesada casi 2.000 dólares y que inició la mejor etapa del feliz y afortunado can, todo un quiltro de exportación. Llegó a su nueva casa el lunes 28 de ese mes, finalmente.
La singular historia ha tenido otros ejemplos similares involucrando perros sin dueño en el país, en casos crecientes de revaloración del siempre astuto y afectivo quiltro callejero por sobre la tendencia introducida al país de cotización de finos perros de raza para compañía doméstica, insólitamente entre algunos de los propios animalistas o amantes de las mascotas.
La alentadora historia de Chili Dog, además, convierte a este protagonista en el quiltro más caro de la historia de Chile, muy posiblemente. El insólito caso también fue cubierto por diferentes sitios noticiosos del mundo, como BBC Mundo, lo que también convirtió al perro en otra figura canina de fama internacional, en su momento.
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