EL ENCANTADOR LADRÓN DE EMPANADAS

 

El momento preciso de su adorable fechoría, en "El Diario Vasco" de España.

A pesar del desprecio generalizado y creciente de la sociedad chilena hacia la delincuencia callejera, hasta el más grande de los enconos acepta excepciones. Fue sin duda el caso del Ladrón de Empanadas de Andacollo, quizá el único caco de nuestra historia policial con auténtica mirada suave y sinceramente inocentona... Dulce mirada la propia y dulce mirada la que provoca en sus observadores, además.

El Ladrón de Empanadas fue uno de los varios casos de perros popularizados por los medios de comunicación nacionales y extranjeros, en circunstancias siempre casi accidentales. Como ha sucedido ya con otros canes queridos de nuestras calles, su historia trascendió fronteras y acabó convertida, de paso, en un símbolo de los esfuerzos de animalistas del país dedicados a fomentar la tenencia responsable o sacar de manera pacífica a los canes de las calles de las ciudades.

La historia es conocida y bien recordada: un canal televisivo local de La Serena, Kuarta TV, transmitía en vivo los preparativos de las celebraciones de las Fiestas Patrias desde la minera y folclórica localidad de Andacollo en la Provincia de Elqui, en septiembre de 2017. Estas son las mismas fiestas que tienen fama de ser particularmente entretenidas en tal zona del país, convirtiéndose tal vez en las celebraciones más importantes de la comuna después de las masivas celebraciones patronales de Nuestra Señora del Rosario.

En medio de aquel despacho, aparecería una figura que llegó a la fama mundial: el muy joven notero de la ocasión, Sebastián González, entrevistaba en esos momentos a doña Sara, una comerciante de empanadas y churrascas, además de conocida vecina andacollina quien, justo en ese momento, calentaba sus bocadillos sobre una parrilla y brasero. En plena entrevista y de manera inesperada, entonces, por un costado del encuadre de la cámara entró la cabeza de un perrito que se robó una de las empanadas con sus fauces, sin que los presentes lo notaran.

Se trataba de un can con aspecto de tener ciertas trazas ancestrales de pastor alemán y la descrita mirada cándida muy propia, logrando sacar sutilmente con su hocico una de esas apetitosas sabrosuras calientes a la venta, con gran discreción y en completo sigilo, para luego desaparecer de la escena. Fue un trabajo de verdadera joyería el logro del animal, al hurtar con tanto cuidado la empanada y llevársela entera sin que su delito se notara, con todos los presentes distraídos en el lente de la cámara y el micrófono.

Su verdadera identidad pronto fue revelada como Orejón, un manso perro de la calle que vagaba por lo habitual en el sector de la Plaza Videla de Andacollo, en donde buscaba comida y sobrevivía al aire libre sin dueño conocido, como tantos otros canes en todas las concentraciones urbanas de este largo país. Su singular debut televisivo lo sacó al instante del anonimato volviéndolo otra celebridad accidental del mundo canino, gracias a la velocidad de las comunicaciones. El video de su cauteloso robo se tornó viral, como era esperable, lo que convirtió al can -en pocas horas- en una estrella de alcance internacional, valiéndole el mote de Ladrón de Empanadas con el que empezó a ser conocido desde ese momento.

La famosa ilustración de homenaje a Orejón, el Ladrón de Empanadas, hecha por el artista Philippe Sapiains y cuyo uso no autorizado provocó un pleito judicial. Publicada en CNN Chile.

Orejón en las calles de su ciudad, en imagen publicada por el noticiero "El Andacollino".

Su reaparición pública en el plebiscito de 2017, en un local de votaciones. Fuente imagen: sitio de Radio Futuro.

La escena completa del crimen, tomada de Kuarta TV en 2017.

Miles y miles de visitas registradas en el video de su hurto simple sin agravantes, y otras tantas visualizaciones de todas las notas de internet que dieron noticia de la travesura del perro, confirmaron el extraordinario alcance que logró el pilluelo Orejón, con su diablura desplegada allá en la ciudad andacollina. Fue así como, por enésima vez, un sencillo perro de una ciudad minera comenzaba a ganarse una placa memorial en la tradición y la cultura chilenas, con sólo un acto sirviendo de resorte hacia la fama.

El fenómeno del can escamoteador de bocados fue tal que su caso valió un espacio en la revista "Time", con el título “Perro ladrón de empanadas se ha robado oficialmente el corazón de internet”, el 12 de septiembre de 2017. La nota advertía que “en el momento, nadie se dio cuenta de su presencia, pero ahora el video se ha viralizado en Reddit y Twitter, donde la gente está celebrando el astuto movimiento del perro”. Y luego de intentar explicar a qué clase de comida corresponde una empanada (sin mucho acierto culinario por parte del articulista, aclaramos), sugería al lector que “considere este video viral como una guía instructiva para encontrar una oportunidad, tomarla y nunca mirar atrás”.

El dulce rostro del Ladrón de Empanadas, además, fue retratado por el ilustrador Philippe Sapiains con la bandera chilena de fondo y la empanda en sus fauces. Pronto el dibujo sería utilizado en la publicidad de una compañía de telecomunicaciones, lo que provocó una controversia con el autor, para luego convertirse en el icono de aquel curioso portento mediático. Caso que, sin duda, dejó en evidencia una vez más esa profunda conexión cultural que tiene el pueblo chileno con la figura del perro, a nivel simbólico y profano, por mucho que esta afirmación pueda provocar escozor a los más puristas y escrupulosos de la cultura de masas. Pone en relieve, también, los aspectos negativos que arrastra este mismo vínculo, por tratarse de un can que vivía en tan precaria situación y buscando subsistencia, precisamente hasta el día de su salto a los laureles.

El saldo más positivo de todo el fenómeno provocado por la fechoría de Orejón o Ladrón de Empanadas, fuera de la fama, fue que el perro acabó siendo adoptado al poco tiempo por otra vecina andacollina, una conocida emprendedora local llamada Viveca Alé, quien recibió como premio por su generosidad un año de comida de perro gratis, gentileza de una empresa, además de los agradecimientos generalizados de la comunidad y otros aportes en tiempos posteriores. Desde entonces, no se volvió a tener noticias de más tolerables actividades delictuales relacionadas con la presencia de Orejón en Andacollo, por lo que se agradecía la nueva vida que se le permitió a este encantador caco como consecuencia del registro de una de sus bribonadas fuera de la ley de los hombres.

Aunque Orejón se convirtió en un símbolo de la lucha por la tenencia responsable y la adopción de perros callejeros en Chile, la situación no cambió sustancialmente en Andacollo con respecto a los canes abandonados. Es lo que denunció el joven entrevistador González, quien iría a visitar varias veces más al querido perro. La mascota tuvo otro minuto de fama en octubre de 2020, al reaparecer ante las cámaras en plena pandemia cuando llegó con Viveca hasta un local de votación del primer Plebiscito Constitucional, en donde fue reconocido por los reporteros y el público presente.

El can que robó empanadas y corazones murió de causas naturales asociadas a su vejez el martes 18 de julio de 2023. Ya estaba con dificultades para caminar y afectado por el clima frío invernal de la zona. Su partida fue informada por las mismas redes sociales en donde tantos se encariñaron con él, seis años antes.

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